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Α principios del s. II d. C., cuatro miembros de una rica familia de terratenientes que fallecieron
sucesivamente, fueron incinerados y enterrados en el mismo lugar, cerca de la carretera que
llevaba de Adrianópolis a Filipópolis. En ese lugar, se fue construyendo gradualmente un gran
túmulo para mantener viva la memoria de los difuntos a través de los siglos.
En la actualidad, este lugar pertenece al Ayuntamiento de Kiprinos y se halla cerca de los pueblos
Mikrí Doxipara-Zóni y Jelidona. En la excavación fueron localizadas cuatro
grandes fosas que contenían restos de la cremación de tres hombres y una mujer, junto con múltiples
objetos que los acompañaban al mundo de los muertos, tales como recipientes de barro, de cobre y de
cristal; lámparas de pie de cobre, candiles, armas, joyas, cajitas de madera, etc. Los cinco carros
con los que fueron transportados los cadáveres hasta la zona del túmulo fueron enterrados en el
mismo lugar junto con sus animales de arrastre. A su lado fueron enterrados otros cinco caballos.
En todos los carros se conservan elementos metálicos funcionales y decorativos, mientras que en dos
de ellos se conservan también huellas de sus secciones de madera.
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